Ansiedad: Ansiedad y angustia
Ansiedad y angustia:
Todo sobre la ansiedad y la angustia. Superar ansiedad

Descubre todo ahora sobre la ansiedad y angustia. Todo el mundo tiene momentos de angustia, de ansiedad intensa. Esta reacción se convierte en una enfermedad cuando da lugar a ataques de pánico que se repiten.


Definición de ansiedad y angustia

Ansiedad y angustia: emociones de miedo, preocupación y signos físicos de estrés excesivo en comparación con los posibles peligros. Los trastornos de ansiedad son patologías duraderas en la cual la ansiedad o la angustia son los síntomas principales. No debe confundirse con el miedo. El miedo: emoción normal de alerta y de temor frente a un peligro. La ansiedad se expresa de varias formas: ataque de ansiedad agudo y crónico.

La ansiedad se define como una sensación dolorosa o temor sin objeto, el temor de un peligro impreciso o a menudo un sentimiento de inseguridad. La ansiedad es sinónima de angustia. La ansiedad es más intensa que la angustia. Antes la angustia significaba las sensaciones físicas y la ansiedad las manifestaciones psíquicas.

Las causas de la angustia

Las causas de la ansiedad son todavía poco conocidas. En general el trastorno aparece en la edad adulta, habitualmente después de un período difícil (cambios en la vida, estrés varios). Tal vez está relacionada con una sensibilidad biológica particular. Sin embargo, lo cierto, es que cuanto más una persona evita las situaciones y sensaciones que teme, más volverá a repetir estos temores o agravar sus dificultades. Por lo tanto es importante no permanecer inactivos frente a la enfermedad ansiosa.

La ansiedad, también llamada angustia o nerviosismo, produce escenarios inquietantes y a veces aterradores. Provoca preocupaciones, ataques de pánico y es invasiva, incluso a veces paralizante. Para superar la ansiedad, es necesario enfrentarse a ella e incluso a imaginar lo peor.

Los síntomas de la angustia y ansiedad

Síntomas físicos de los ataques de ansiedad


Los síntomas físicos del ataque de ansiedad aparecen de manera repentina: dificultad para respirar, dolor en el pecho, sudoración, mareos, temblores, palpitaciones e incluso pérdida de conciencia, sensaciones de asfixia o estrangulación, dolor o molestia en el pecho, náuseas o malestar abdominal, sensación de mareo, inestabilidad, cabeza hueca, impresiones de entumecimiento u hormigueo, escalofríos o sofocos.

Los síntomas físicos (mareos, palpitaciones, falta de aire...) que percibimos son precursores de un ataque de ansiedad. Los pacientes son entonces víctimas de situaciones con escenarios-catastróficos ("voy morir o volverme loco") que tienen muchas dificultades en controlar.

Síntomas psicológicos del ataque de ansiedad


Los síntomas psicológicos: miedo de morir, conductas de escape, sensación de desrealización (la persona tiene la impresión de perder el contacto con la realidad) o despersonalización (la persona tiene la sensación de "salir de sí mismo" sin salir del lugar).

Desarrollo y etapas del ataque de ansiedad


Los principales síntomas del ataque de ansiedad aparecen de manera muy brutal. Son manifestaciones físicas muy dolorosas, la persona teme morir o volverse loca. Durante un ataque de ansiedad, aparecen muchos síntomas físicos o psicológicos de miedo intenso: miedo a morir repentinamente de un ataque al corazón, ruptura de aneurisma cerebral, edema en la garganta... o hasta miedo a perder el control y volverse loco... Estos "escenarios-desastre" afortunadamente nunca ocurren, pero los miedos asociados son casi imposibles de razonar.

Los tratamientos de la angustia y ansiedad

En caso de ataque de ansiedad, hay que colocar la persona en un lugar tranquilo, para descansar, fuera de la situación “peligrosa” que puede incrementar la angustia.

Los medicamentos para la angustia


Los medicamentos actualmente recomendados para evitar la ocurrencia de ataques de ansiedad son aquellos que actúan sobre el neurotransmisor del cerebro llamado "serotonina" (también utilizados para el tratamiento de la depresión). Deben tomarse durante un período prolongado para ser eficaces: hay que tomarlos cada día y no interrumpir el tratamiento sin previo aviso del médico. Pueden aparecer efectos secundarios, especialmente al comienzo del tratamiento: a menudo, desaparecen a los pocos días. Si se mantienen, consultar de nuevo al médico. Normalmente el tratamiento no debe molestar al paciente. En cuanto a los tranquilizantes, el médico los recetará únicamente a los pacientes que los necesitan e indicará cómo utilizarlos.

Las psicoterapias para la ansiedad y angustia


Siempre que sea posible, es recomendable seguir una psicoterapia, para reducir el nivel de preocupaciones y tensiones. Puede ser una terapia conductual y cognitiva, en la que el terapeuta te dan consejos para afrontar mejor la ansiedad (cómo relajarse, tomar perspectiva, superar de nuevo las situaciones de angustia), o una terapia psicoanalítica, donde el terapeuta intervendrá menos y te hará reflexionar sobre tu pasado. El médico te indicará la solución más adecuada a tu caso.

Los remedios naturales para la angustia


En cualquier caso, tienes que adoptar una actitud activa para combatir a diario la ansiedad: hacer ejercicio con regularidad (esto te ayudará a disminuir los síntomas físicos relacionados con la enfermedad), entender que la angustia es ciertamente dolorosa pero no vas a morir de ella o perder la razón durante una crisis, y tienes que enfrentarte con tus miedos.

Tienes que instaurar nuevos hábitos a diario (dormir, deporte...), crear un ambiente agradable y aprender a relajarte. Magnesio, aceites esenciales... tienes que convertir los remedios naturales en tus aliados contra la ansiedad.

¿Qué hacer en caso de ataque de ansiedad?

El ataque de ansiedad es habitualmente del ámbito de la medicina general o de una emergencia médica en caso de palpitaciones, taquicardia, temblor, disnea, náuseas... A nivel psicológico, el paciente tiene miedo de un peligro inminente, miedo a morir o volverse loco. Por lo tanto, es importante realizar un examen médico y eliminar la causa de la ansiedad.

Los primeros gestos para desdramatizar la situación


• Alejar las personas que aumentan la ansiedad del paciente.
• Tranquilizar al paciente que necesita ser convencido de la ausencia de peligro para su vida. Este examen cuidadoso permite eliminar cualquier causa subyacente.
• Realizar una entrevista de evaluación para aclarar las condiciones de aparición de la crisis, el historial y la evolución del trastorno.
• Comprobar la existencia de una ansiedad generalizada o un eventual trastorno de pánico espontáneo caracterizado por la recurrencia de los ataques de pánico espontáneos.

El tratamiento del ataque de ansiedad


• Tratamiento ambulatorio, la hospitalización puede ser considerada.
• Búsqueda de una causa y evaluación del equipo médico-psicológico.
• Búsqueda de patología: repetición de las crisis y patología asociada: abuso de alcohol o tóxicos, trastornos de personalidad, trastorno del ánimo y trastornos psicóticos.
• Medicamentos: uso de ansiolíticos de la familia de benzodiazepinas.Fármacos de absorción rápida (Lexomil: 2 mg, Lysanxia: 40 mg, Xanax: 0.5 mg o Valium 10 mg, Temesta: 2,5 mg). Vía intramuscular frecuentemente usada por razones psicológicas: Tranxene: 20 a 50 mg o Valium.
• El médico puede llevar al paciente a una consulta psiquiátrica, a menos que sea una crisis aislada (componente situacional o reactiva).

El tratamiento de mantenimiento del ataque de ansiedad


• El tratamiento se basa en una cuidadosa evaluación médico-psicológica para determinar el funcionamiento psicológico del paciente.
• Psicoterapia si la repetición de los ataques de ansiedad invalidan al paciente en su vida cotidiana. Técnicas utilizadas: relajación, psicoterapia o terapias cognitivo-conductuales.
• Medicamentos: requiere una gran precaución en la prescripción de ansiolíticos que deben ser limitados en el tiempo.





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